martes, 22 de noviembre de 2011

Pueblos originarios y Megaminería

   En la Cordillera de los Andes hay varios proyectos de megaminería a cielo abierto, algunos en pleno funcionamiento. Todas las  poblaciones cercanas a las minas, sean aborígenes o no, se ven seriamente afectadas debido a la gran contaminación que producen. Los pueblos quechua, aymará, mapuches, entre otros, son especialmente perjudicados debido al estrecho contacto que tienen con la naturaleza.
 
   ¿Cuál es el impacto ambiental de la megaminería?

   Los procedimientos de extracción, producción, transporte, etc generan polvo que queda suspendido en el aire y contiene minerales y químicos de los que fueron utilizados para las implosiones (que dejan al descubierto la roca). Este polvo además de reducir la visibilidad del paisaje, daña la flora y fauna y afecta a la vida humana junto con las actividades agrícolas y ganaderas.

   Por otro lado, los químicos utilizados para la separación de los materiales de valor económico, de aquellos que son descartables ( llamados "colas" o "relaves"), contaminan de manera irreversible las aguas superficiales y subterráneas aledañas a la mina en cuestión. En el caso de la separación del cobre, se utiliza un proceso de flotación, en el que intervienen diversos floculantes, espumantes y colectores, además de cal (que sirve para aumentar el ph del agua donde se sumerge el material); y en el caso del oro, por ejemplo, es separado por lixiviación, "regándolo" con cianuro.

   También muchas veces, las minas debido a los procesos, emiten combustiones de gases, como nitrógeno o ácico sulfúrico, que contribuyen al efecto invernadero.

   Estudios de la Universidad de Tucumán, en cuanto a aspectos geológicos, han demostrado que las características de determinadas zonas, como en el caso de la mina Agua Rica en Catamarca, se predisponen a la ocurrencia de aludes o sismos, potenciados por las explosiones producidas.

   Otros estudios demostraron que cerca de las minas aumentan los casos de malformaciones genéticas, enfermedades degenerativas y en las vías respiratorias, e incluso cáncer.

   La megaminería representa otro golpe para los pueblos aborígenes, cambiando el paisaje donde vivieron por generaciones y afectando severamente su salud.

1 comentario:

  1. Además son nuestros impuestos los que pagan las subvenciones y exenciones fiscales de las minas, en vez de ser utilizados para obras de bien común.Las empresas son de capitales extranjeros que aprovechan estas facilidades y ventajas y luego eportan todo lo extraído hacia fundiciones y refinerías internacionales, con lo cual no se genera más trabajo. Lo único que nos queda a su paso es la contaminación. Los pueblos aborígenes que por lo general viven de la tierra (actividades agrícolo ganaderas) se ven devastados.

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